miércoles, 20 de diciembre de 2006

El Futuro es cosa del Pasado

Vuelvo al blog tras una larga ausencia, debida en parte a falta de tiempo para visionar alguna película. Prometo escribir más a menudo y contentar a mis numerosos fans que ya se cuentan por legiones :)

Entre las últimas novedades que he visto aparecen 'Borat' (lamentable, no se que crítica social puede verse en este bodrio) y la que forma el grueso de este post, 'Hijos de los Hombres'

Este film está dirigido por el mexicano Alfonso Cuarón, director que forma parte de la actualidad del celuloide por ser responsable de la tercera entrega de Harry Potter y por su amistad con otros directores mexicanos que también están en la picota como Guillermo del Toro (decididamente tengo que poner un post del Laberinto del Fauno, ¡GENIAL!) y Alejandro González Iñárritu, director de 21 Gramos y de la aclamada Babel, aún no estrenada en España.


El argumento nos sitúa en una Inglaterra post-apocaliptica del año 2017 en el que el caos no viene producido a consecuencia de una bomba nuclear. En este caso el apocalipsis lo produce la infertilidad de la totalidad de la raza humana, ya no nacen más niños. Tras la muerte de la persona más joven del planeta, la única llama de esperanza parece extinguida hasta que un antiguo rebelde, interpretado por Clive Owen recibe la visita de sus ex-compañeros, capitaneados por Julianne Moore para asignarle una misión de vital importancia: escoltar a una chica embarazada a un lugar seguro. Durante el trayecto se sucederán peligros y conspiraciones que los protagonistas deberán sortear para tratar de darle a la humanidad una nueva oportunidad.

A priori parece un argumento bastante interesante, sin embargo tras un primer visionado me quedó la sensación de que podía haber quedado un producto mejor. No es una película de acción en sí misma, sin embargo parece una gran historia de la que se podía haber sacado más jugo, ya que en algunos momentos tiene un ritmo lento y algo pesado que no la convierten en una película mejor. Aún con todo ello, la ambientación es perfecta, y el reparto ayuda bastante, con los ya mencionados Owen y Moore junto a un Michael Caine genial en su papel de hippie aficionado a la marihuana con sabor a fresa. En general una buena película pero de la que se podía esperar más.